Son infinitas las prácticas cotidianas que atentan contra el ambiente, pero no siempre somos concientes de ello. En otras oportunidades, identificamos con claridad cuáles son esas prácticas, pero no pretendemos cambiarlas. También están los que no cambian sus hábitos, aunque quisieran, porque no conocen las alternativas a esas costumbres.
Si nos plantean que determinadas acciones que realizamos a diario, mecanicamente, son agresivas con nuestro planeta, pero no logramos identificar como cambiarlas, posiblemente optemos por seguir como estamos.
Actualmente, esto es lo que pasa con las bolsas plásticas. La noticia es que se comenzarán a cobrar las bolsas en los supermercados y afines, por lo que surgen diferentes interrogantes.
Hay quienes piensan que por el costo que pueden llegar a tener, prefieren pagar y sacarse ese problema de encima, ya que en compras de pequeño y mediano porte, no harán una diferencia significativa sobre el gasto. Aunque las autoridades pretenden cobra un alto costo, para que realmente sea menos ventajoso pagar por las bolsas.
Proyecto de Ley
Debemos tener en claro que el proyecto de ley al que hacemos referencia, aún está en discusión. Si bien fue aprobado por la Cámara de Senadores, aún espera la aprobación de la Cámara de Diputados. Además, los comercios tendrán un plazo, desde que la ley quede aprobada, para realizar el cambio de materiales de las bolsas, que es otro de los temas que se abordan.
El proyecto declara de interés general la protección del ambiente “por toda afectación que pudiera derivar del uso de las bolsas de material plástico o no biodegradable, cualquiera sea su tipo, entregadas al público como envase final o de la disposición de sus desechos” (art 1)
En su artículo 2, el proyecto plantea que las bolsas deben ser de material “oxibiodegradable o biodegradable” y en el artículo 3 menciona que los comercios que no utilicen este tipo de materiales, tendrán un plazo, para (de forma progresiva) hacer los cambios necesarios.
El proyecto posee varios artículos que regulan cómo se implemetarán estos cambios y qué sanciones tendrán los comercios que no los realicen.
Qué pasa con las bolsas plásticas?
Con estas medidas, se busca desalentar el consumo de bolsas plásticas, que presenta cifras escandalosas respecto al consumo de las mismas. Pero, qué tienen las bolsas plásticas que son tan combatidas?
En primer lugar, las bolsas plásticas consumen mucha energía para su fabricación y están compuestas de sustancias derivadas del petroleo. Aquellas que están estampadas pueden contener residuos metálicos tóxicos.
Para degradarse demoran unos ciento cincuenta años y es más costoso, economicamente, realizar nuevas que reciclarlas industrialmente.
Luego de ser utilizadas, las bolsas no son correctamente desechadas, causando un impacto ambiental desmedido. En el mar, ríos, océanos, etc. cientos de especies se ven afectadas por las bolsas, que en ocaciones son confundidas con alimento (como es el caso de las tortugas que las confunden con las medusas) u otros animales que las ingieren involuntariamente. Es cada vez más común encontrarlas en cadáveres de animales marinos, que mueren por asfixia o problemas varios del tracto digestivo. Además de la contaminación del agua y sus consecuencias.
En las ciudades, las bolsas plásticas generan mugre, se tapan desagües y también aumentan las cantidades de desechos en los basureros.
Qué puedo hacer?
· Chismosa: conocidas como “chismosas”, las bolsas ecológicas son una gran opción al momento de sustituir las bolsas plásticas. Son hechas de materiales más amigables y son capaces de soportar muchos kilos.
Si vas a hacer una compra grande y de todos modos querés tener algunas bolsas, alcanza con que empieces con llenar la bolsa ecológica y lo que no entre, lo pongas en bolsas. Siempre algo es mejor que nada. Aunque lo ideal, es que no recibas ninguna bolsa plástica.
· Pensar si es necesaria: si compraste pocas cosas y podés ponerlas en otra bolsa que estás cargando o en la cartera, la mochila, el portafolio o llevarla en la mano, pediles que te saquen la bolsa. Automaticamente en los comercios nos dan una por todo, desde los caramelos hasta las botellas; pero no pasa nada si les decís que no querés llevarla. Si podés evitarla, hacelo. A veces es solo una cuestión de pensar un poco.
· Lo permanente vs. lo esfímero: Muchas veces utilizamos bolsas plásticas para otras funciones que para llevar o traer las compras. Desde usarlas para la basura, hasta guardar la ropa de estación en el placard, entre otras cosas. En este caso, lo que podemos hacer es almacenar de otro modo. Si en la alacena tenés el surtido del mes en bolsas, podés cambiar por cajas o recipientes grandes, que duren más tiempo que las bolsas, que se deterioran o las rompemos en cuanto el nudo está muy apretado y no podemos abrirlo. Lo mismo podés hacer con la ropa o los apuntes que ya no usás.
· El tacho de basura: Una de las excusas más comunes, es no dejar de usar bolsas plásticas, porque las necesitás para tirar la basura. En realidad, comprar bolsas de basura biodegradables un poco más grandes y desecharlas cuando estén llenas, es mejor que la cantidad de bolsas que nos dan en el supermercado, que por su tamaño se tiran cada poco.
Estas son solo algunas de las acciones que se pueden tomar respecto a la reducción de bolsas plásticas. Está en nosotros ser creativos y comenzar por pequeñas acciones para cambiar hábitos que pueden hacer una gran diferencia, aunque creamos que una sola persona no puede cambiar la realidad.
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