Hace años que escuchamos hablar del cambio climático; pero se usa en tantos momentos, con referencia a tantas situaciones, que a veces se pierde el verdadero sentido de este problema global que estamos transitando.
Existen infinitas razones para creer que los fenómenos climáticos que estamos viviendo, son consecuencia de los actos irresponsables que no hemos parado de realizar, como residentes de este planeta.
Existen detractores de estas ideas; quienes entienden que los cambios son naturales y no hacen más que seguir el curso común de los cambios previsibles en el mundo. Existieron otras eras, otros períodos de tiempo, con cambios aún más drásticos que los que vivimos actualmente; y para ellos, lo que estamos pasando no es, ni más ni menos, que un nuevo ciclo de nuestro mundo.
Hay tantas versiones de qué es el cambio climático como personas que piensan en él o ciencias que lo estudian. Sin pretender dar una respuesta final a este tema, analizaremos las principales cuestiones referentes al asunto, para poder entender los conceptos elementales que se desarrollan alrededor del cambio climático. Lo que nos ayudará a entender, para poder iniciarnos en el debate y algún día, quizás, tomar postura al respecto.
De qué hablamos?
Podríamos dar una explicación científica de qué entendemos por “cambio climático”, pero seguramente nos dejaría más dudas que certezas; así que busquemos una explicación más básica que realmente nos ilustre sobre el tema, a los que no entendemos de ciencias.
Como su propia denominación lo dice, estamos en el campo del clima. Más exactamente nos encontramos en el campo de las variaciones climáticas a nivel global; las cuales se han dado a lo largo de la historia de nuestro planeta (por ejemplo, en la época glaciar)
El calentamiento global, como también se lo llama, se mide en períodos largos de tiempo. Los cambios a tener en cuenta son aquellos que se dan en unas cuantas décadas, al menos.
El cambio climático se da como consecuencia de factores naturales o de nuestras acciones. Variaciones en la radiación solar recibida por la Tierra, procesos bióticos, entre otros, son atribuibles a la naturaleza; acciones humanas que intervienen en los ciclos y fenómenos de la naturaleza es la responsabilidad que nos toca.
La Convención Marco de la Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, lo define en su artículo 1 párrafo segundo, como “un cambio de clima atribuido directa e indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera y que se suma a la variabilidad natural del clima observadas durante períodos de tiempos comparables” (subrayado no en el original)
Como vemos, Naciones Unidas pone el eje en la actividad humana, como prinicipal responsable del cambio en los procesos naturales; sin desconocer los cambios inherentes a la naturaleza.
Hoy en día, en general, se utiliza el término más para las acciones de los humanos, que para los procesos naturales que lo causan. Debido a que estos han tenido mayor repercusión y han causado un aceleramiento del mismo.
Estas influencias humanas y naturales, se clasifican en internas o externas. La especie humana es parte de la tierra y su biosfera, por lo que a veces es complejo identificarla como una influencia u otra. Según qué tipo de factores dominen la variación del clima será sistemática o caótica.
El clima, se ve influido por diferentes factores, como ser los vientos, las corrientes marinas, la altitud, la distancia del mar, entre otros. Algo que todos entendemos aunque no seamos estudiosos de la materia; todos tenemos alguna forma de predecir la tormenta (por ejemplo) utilizando técnicas como mirar el mar, la humedad que sentimos, mirar el cielo, atender el comportamiento inusual de los animales, entre tantos otros.
Las variaciones en los factores mencionados, producen cambios en los elementos que componen el clima, como la humedad, presión atmosférica, los vientos, entre otros. Es decir, todos estos elementos se influyen mutuamente para generar los diversos fenómenos climatológicos.
Diferentes factores pueden modificar la distribución de energía y el equilibrio térmico, alterando así profundamente el clima cuando se trata de procesos de larga duración.
Nada es casualidad, ni un día el planeta decide enojarse y revelarse, ni una mano mágica nos tira su maldición y nos inunda o hace volar ciudades enteras por el aire. En el campo de la ciencia, hay causas y efectos, por lo que debemos entender que cuando suceden fenómenos que nos sobrepasan y que no podemos controlar, no siempre son naturales y mucho menos misteriosos.
Es hora de tomar conciencia (mejor tarde que nunca) sobre el desequilibrio que le hemos provocado a la naturaleza y sus procesos.
Podemos apoyar la opinión de quienes entienden que el cambio climático es una constante en la historia de nuestro planeta y aún así, tendremos que reconocer que la acción humana intensificó y aceleró estos cambios.
Cómo nos afecta o qué acciones se están tomando para detener el cambio climático, lo hablaremos más adelante, cuando volvamos sobre el tema. Ahora, lo que interesa, es que sigamos entendiendo qué es y a qué se atribuye. De otra manera, no seremos conscientes de que estamos condenados a reparar un daño que nosotros mismos, la humanidad, hemos causado. Porque ni ustedes ni yo somos los dueños de grandes industrias que contaminan, ni inventamos procesos industriales que lo hacen, pero si somos parte del consumo masivo e irresponsable y si somos generadores de deshechos en una cantidad mucho mayor a la que realmente está capacitado para soportar este mundo. En mayor o en menor medida, en calidad de autores materiales o de cómplices, todos tenemos parte en esto, seamos consientes de ello o no.